Crítica de Gorrión Rojo lo nuevo de Francis Lawrence y Jennifer Lawrence.

Cuando una lesión pone fin a su carrera, Dominika y su madre se enfrentan a un futuro oscuro e incierto. Por este motivo es manipulada para convertirse en la nueva recluta de una academia de espías, donde las agentes son llamadas “gorriones”.

Es una agencia secreta de inteligencia que entrena a jóvenes excepcionales como ella para usar sus cuerpos y mentes como armas. Tras un entrenamiento sádico y perverso, se convierte en la espía “Gorrión” más peligrosa que el programa jamás haya producido. Dominika debe reconciliar la persona que una vez fue con el poder que ahora domina, poniendo su propia vida y la de todos a los que ama en peligro, incluyendo a un agente de la CIA que intenta convencerla de que él es la única persona en quien puede confiar.

Basada en el libro del antiguo agente de la CIA Jason Matthews, en “Red Sparrow” vuelven a encontrase Jennifer Lawrence y su director de 3 de las películas de  “Los juegos del hambre”, Francis Lawrence. Con Joel Edgerton, Charlotte Rampling, Matthias Schoenaerts, Jeremy Irons y Mary Louise Parker redondeando el elenco.

Gorrión Rojo, con sus trailers, da la sensación de que nos vamos a encontrar una película más de espías con escenas de acción cada 5 minutos que simplemente nos hará disfrutar y después será totalmente olvidada: la realidad es absolutamente todo lo contrario. 

A pesar de que el principio es un poco engañoso en este término, Gorrión Rojo no da lo que prometen sus trailers pero nos da algo mucho mejor: una película de espías a la vieja usanza. Efectivamente, ésta película no es parecida a Atómica ni mucho menos parecida a la Viuda Negra. Francis Lawrence junto con su equipo y 20th Century Fox ha conseguido una historia mucho más madura de la que podríamos ver en Viuda Negra.

Si, esta película nos deja tintes de las películas de espías de la vieja usanza, una cinta en la que la acción se deja a un lado para coger el suspense y estrujarlo de todas las formas posibles dejandonos un guión bastante bueno y una historia prometedora. Algo que pocos saben es que el libro está basado en la historia real de una bailarina, por lo que este toque de realismo, a pesar de que no lo saben muchos, suma puntos a una historia dura, fría y excepcionalmente explícita.

No son gran cantidad ni pesadas las escenas de tortura o sexo (por eso ha sido catalogada R en Estados Unidos, que quiere decir que es para mayores de 18) pero las pocas que tenemos son suficientes para dejarnos con un nudo en la garganta, y estamos hablando de las de tortura (pillines). El hecho de que sea dura y explícita ha ocasionado varios desmayos y llamadas a los hospitales en varios países por lo que si lo que los creadores buscaban con la película era provocar mini infartos, lo han conseguido. Por eso pensamos que esta película no es para todo el mundo.

Jennifer Lawrence es practicamente la protagonista absoluta de la película y consigue llevarla sobre sus hombros con una endereza y una fuerza que ya le gustaría a muchos actores del panorama actual. A ella le acompañan un reparto excelente, que a pesar de no conseguir un protagonismo excesivo, nos dan actuaciones más que gratificantes y buenas.

Se sitúa en los resquicios de la Guerra Fría y nos muestran cómo aprovechan el físico de la protagonista para aprovecharse de éste y realizar algo repugnante: un abuso en toda regla. En cambio, lo positivo de ésto es que nos muestra lo repulsivas que son estas situaciones. La protagonista busca empoderarse y salir de esa situación de machismo y violencia brutal.

Francis Lawrence ha conseguido crear una cinta madura, aprovechandose de una fotografía y una banda sonora memorable (a manos de James Newton Howard), además de unas actuaciones excelentes y un guión que sorprendería, y sorprende, a muchos.