BCN Film Fest 2018 (Día 1): Juego, pastel y partido

Aun faltan un par de días para ese laureado día en Cataluña conocido como Sant Jordi, pero el BCN Film Fest ya ha dado comienzo con una breve aunque interesante selección de películas tanto nacionales como internacionales.

Del 20 al 27 de abril los Cines Verdi se visten con sus mejores galas para celebrar la segunda edición de este pequeño festival de cine y un servidor no ha querido desaprovechar la oportunidad de asistir a tantas proyecciones como se lo ha permitido la programación, que combina tanto pases de prensa, como sesiones abiertas al público o a grupos escolares. Hoy se han combinado dos títulos muy diferentes entre sí, pero que pueden suscitar en interés de más de uno.

«La sociedad literaria y el pastel de piel de patata»

Cómo no podía ser de otra forma, en el BCN Film Fest se pone especial atención a títulos que, de una forma u otra, tienen que ver con la literatura. En el caso que nos atañe con esta película de tan rimbombante título, el veterano Mike Newell se pone tras las cámaras para adaptar la novela homónima de Mary Ann Schaffer.

Poco después de la Segunda Guerra Mundial, la joven escritora Juliet Ashton (Lily James) recibe una peculiar invitación de parte de un granjero llamado Dawsey (Michiel Huisman): embarcarse hacia la isla de Guersney para conocerle y ser la anfitriona de la próxima sesión que celebrará su club de lectura. Juliet aprovechará la oportunidad para descubrir el particular origen de este club y la historia que hay tras la desaparición de su fundadora, Elizabeth (Jessica Brown Findlay).

El director de «Cuatro bodas y un funeral» nos trae un interesante drama histórico que sigue la línea de otros títulos recientes procedentes del Reino Unido como la encantadora «Su mejor historia» (Lone Scherfig, 2017); historias que centran su atención en descubrirnos las proezas de gente corriente por salir adelante en el transcurso de un conflicto mayor.

Aunque «La sociedad literaria y el pastel de piel de patata» cuenta con una premisa atractiva y un tono que combina con soltura la comedia y el drama, el predecible desarrollo de acontecimientos que suceden a partir de su segunda mitad la convierten en un filme mucho menos interesante de lo que podría llegar a ser. Lily James sabe llevar el peso de la trama sin demasiadas complicaciones y da sobradamente el callo como protagonista apasionada y decidida. El plantel de secundarios que completa el reparto también es digno de destacar, especialmente Penelope Wilton, cuyo personaje sea quizás el alma de la película.

Por lo demás, estamos ante un drama romántico al uso cuyo mayor atractivo reside en el buen hacer de su reparto y en esa aura de misterio que se genera durante su primera hora y que invita a querer saber más de sus personajes.

Una interesante cinta para inaugurar el festival aunque, como pude comprobar unas horas más tarde, seguramente no será lo mejor de éste.

«Borg McEnroe. La Película»

Su cálido recibimiento en el pasado Festival de Toronto y su paso por otros certámenes la convierten en una de las propuestas más interesantes del BCN Film Fest. Los dramas centrados en el mundo del deporte pueden llegar a dar mucho de sí si se tratan con sobriedad y lo cierto es que «Borg McEnroe. La Película» alcanza unas cotas de calidad que merecen ser vistas en la gran pantalla.

Este filme cuenta la historia de la rivalidad entre dos leyendas del tenis: el sueco Björn Borg (Sverrir Gudnason) y el norteamericano John McEnroe (Shia LaBeouf), un enfrentamiento legendario de la historia del deporte que tuvo su culminación en la final de Wimbledon de 1980, que enfrentó a ambos.

Cierto es que nunca he sido un entusiasta de ningún deporte, y es quizás mi desconexión con respecto a grandes acontecimientos relacionados con ellos lo que me permite disfrutar de estas obras en todo su esplendor. Es muy difícil mantener la tensión y el interés en el espectador si éste ya sabe lo que va a ocurrir, por eso quizás la mejor práctica a la hora de disponerse a ver una cinta de este tipo es verla sabiendo lo menos posible de los hechos en los que se centra.

Janus Metz muestra un pulso narrativo envidiable en su primer largometraje, con una serenidad que no repercute negativamente en el ritmo de la cinta y que consigue llevarte hasta un explosivo clímax con el inevitable duelo final entre sus dos protagonistas. La cinta no alcanza las dos horas y es remarcable cómo consigue aprovechar ese tiempo gracias a unas más que solventes secuencias de montaje.

«Borg McEnroe. La Película» centra sus esfuerzos en que consigamos empatizar con sus dos protagonistas, mostrándonos fragmentos de su juventud que nos ayudarán no sólo a comprender su manera de enfocar el deporte, sino a entender su conducta causada, en parte, por cómo los ve el resto de la gente. Pero para que una historia así funcione es muy importante tener unos actores a la altura.

Sverrir Gudnason consigue transmitirnos la sensación de que Borg está a punto de estallar en cualquier momento, lo que da como resultado una interpretación muy contenida basada principalmente en miradas y gestos sutiles. Por otro lado, McEnroe es todo lo contrario, por lo que Shia LaBeouf encaja perfectamente interpretando a un joven impulsivo y temperamental, pero tremendamente inseguro. Ambos personajes están perfectamente construidos y su arco emocional a lo largo de la película está lo suficientemente equilibrado como para que no se eche en falta más minutos de cada uno o tengamos la sensación de que algunas escenas están fuera de lugar.

Una apuesta segura para los que sientan atracción hacia obras de este tipo o quieran mantenerse pegados a la butaca con una historia atractiva que consigue transmitir la épica del deporte.

Y esto es todo por hoy en la crónica sobre el BCN Film Fest. Un día relajado y con dos propuestas totalmente dispares que dentro de poco podremos disfrutar en la cartelera nacional. Mañana más, y esperemos que mejor.

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