LA ÚLTIMA LECCIÓN (2018)
Género: Thriller psicológico. Intriga. Suspense.
Un profesor de instituto se suicida durante el transcurso de una clase bajo la mirada aterrorizada de sus alumnos. A pesar de ello, seis de estos alumnos se mantienen serios e inexpresivos. Pierre, el nuevo profesor sustituto, se percata de la extraña personalidad de estos seis estudiantes que parecen tramar algo, dando pie a que Pierre se interese por ellos.
La Última Lección se trata de una película francesa dirigida por Sébastien Marnier que pone sobre la mesa una situación misteriosa en la que las sospechas y las miradas entre profesor y alumnos juegan un papel fundamental. Esta película cuenta con un reparto que personalmente yo no conozco, pero que se encuentra plagado de grandes interpretaciones sobre todo por parte de los jóvenes actores franceses que hacen de alumnos, entre las que destacan en mi opinión las actuaciones de dos de ellos: Luána Bajrami en su papel de Apolline y Victor Bonnel en su papel de Dimitri.
En este caso el papel de nuestro protagonista principal, el profesor Pierre, sirve de elemento fundamental como personaje con el que acompañar la historia, siendo este un profesor sustituto que pasa de intentar relacionarse de buen rollo con los alumnos a estar atormentado y alejado de ellos. Dicho esto, lo que muestra la película durante el resto de la cinta es un panorama de tensión constante.
La película nos muestra el día a día del nuevo profesor Pierre en su intento de interactuar con los alumnos “peculiares” y superdotados de la clase con mejores notas de la escuela. De esta manera, después de diferentes situaciones de tira y afloja entre el profesor y un grupo reducido de alumnos, este sorprendido por su conducta comienza a seguirlos con la obsesión de conocer la razón por la que se comportan de una manera poco habitual.
En cuanto a la atmósfera de la película, de principio a fin es capaz de hacer sentir incomodo a la vez que intrigado al espectador de la misma. Poco a poco va desengranando pequeños aspectos con un ritmo adecuado para que quien esté viendo la película no sea capaz de apartar los ojos de la pantalla ni un segundo y cada vez tenga más dudas de cuál es el misterio que se esconde detrás de un panorama tan siniestro. El film también inserta ciertas imágenes que juegan con lo psicológico y que son capaces de causar situaciones de verdadero terror aunque este no sea el objetivo de la película. En este caso, se trata de un terror indirecto que desprende la propia película sin necesidad de utilizar las herramientas que por desgracia estamos acostumbrados a asociar a estas situaciones: sangre, gritos, jump scare…etc. Esta película va más allá y consigue crear pavor a quién la ve únicamente utilizando conductas humanas no esperadas en ciertas generaciones, en este caso niños.
Cabe mencionar también la banda sonora indie que acompaña cada escena con una música muy adecuada para cada momento y que en ciertos aspectos recuerda a “It Follows” (2014).
Por último, he de decir que nos encontramos ante una de las películas que personalmente más me ha gustado de este año, ya que no deja indiferente después de haberla visto y además que consta de un final que pone sobre la mesa un tema tan actual, final que conoceréis si os animáis a ver esta gran película que no os defraudará. A su vez, es una de las pocas películas de este estilo que ponen su foco de atención en visibilizar y realizar una crítica, además de película, sobre un tema de carácter social y sus consecuencias.
Finalmente, solo se me ocurre cerrar esta crítica animando a todos a que disfrutéis de esta gran película ya que os hará reflexionar sobre ciertas cuestiones actuales y además os mantendrá atentos durante sus 104 minutos de duración.
TRAILER: