Hoy he decidido añadir una pequeña variante al formato estándar de esta crónica. No todo es cine en el BCN Film Fest, así que cuando me enteré de que iban a proyectar el primer episodio de la nueva temporada de «Genius«, no lo dudé.
«Genius: Picasso», primer episodio
Con el ascenso meteórico de la ficción televisiva, cada vez es más frecuente encontrarse con producciones inesperadas o de temáticas variopintas. Esto fue más o menos lo que pasó con National Geographic Channel en 2017 con «Genius«, una serie antológica que planeaba dedicar cada temporada a una figura célebre. La primera que escogieron fue Albert Einstein, quien fue interpretado por el inconmensurable Geoffrey Rush. Esta vez, el elegido para protagonizar la segunda temporada ha sido nada más y nada menos que Pablo Picasso.
Siempre me ha parecido arriesgado entrar a valorar una serie de televisión habiendo visto apenas uno o dos capítulos. Aunque una primera hora puede ayudar a que te hagas una idea del tono y el propósito argumental de la serie, es muy habitual que éstas opten por una narración descomprimida, lo que provoca que muchas de ellas sea más conveniente valorarlas una vez tienes una visión global del resultado y no sólo una porción. Algo similar pasa con este primer episodio centrado en la vida de Picasso, interpretado por Antonio Banderas, quien parece que ha conseguido hacer suyo al personaje desde los primeros minutos.
Pero el actor malagueño no es el único que da vida al artista, ya que «Genius: Picasso» se estructura en base a momentos clave de la carrera del protagonista. Alex Rich pone rostro a un joven Pablo Ruiz que intenta buscar su estilo personal al mismo tiempo que conoce a otros artistas que le influenciaron, como Carlos Casagemas (Robert Sheehan) o su propio padre. A su vez, el trauma que le ocasionó la muerte prematura de su hermana pequeña también será un factor clave en su evolución y es algo que veremos cómo repercute en su carácter con el paso de los años. La narración no-lineal de la historia ayuda a dinamizar una premisa que ya de por sí resulta bastante interesante, a excepción de un par de tramas secundarias protagonizadas por otros personajes que en un principio no sabemos bien qué pintan (jeje) en el episodio.
Habrá que esperar a su estreno inminente para saber si la temporada completa funcionará como una máquina bien engrasada, pero está claro que la serie tiene los elementos necesarios para ofrecer un retrato sólido de su personaje.
«Barefoot»
Segunda cinta ambientada en la Segunda Guerra Mundial que llevo vista en el BCN Film Fest. Por suerte, «Barefoot» aporta un punto de vista menos explotado y que, a pesar de contar con más de un defecto, me ha dejado un buen sabor de boca.
Eda (Alois Grec) se ve obligado a mudarse de Praga con sus padres durante la Segunda Guerra Mundial a un pequeño pueblo de Slavonice, donde conoce al resto de su familia. Él tiene que hacer nuevos amigos y acostumbrarse a una nueva vida que es inmensamente diferente de lo que este chico de la ciudad estaba acostumbrado.
Esta adaptación de la novela de Zdeněk Svěrák (un veterano actor checho que aquí tiene un pequeño papel) podría definirse como un retrato de la sociedad checa durante la ocupación nazi a través del punto de vista de un niño. Eda deberá acostumbrarse a la vida campestre al mismo tiempo que ve cómo las consecuencias de la guerra afectan a su familia y amigos. «Barefoot» no cuenta con una premisa clara desde el principio, lo cual puede causar cierta confusión durante su primer acto, ya que veremos cómo se encadenan pequeños momentos clave de la vida de Eda.
Lo que hace que sean realmente interesantes estas escenas es la capacidad que tiene Jan Sverák para que nos identifiquemos con el protagonista. Esto lo consigue manteniendo el punto de vista del muchacho en todo momento, especialmente cuando se imagina ciertas situaciones que vive o anécdotas que le cuenta su familia, donde prima la imaginación y la fantasía.
El buen contraste entre la comedia que provoca la inocencia de Eda y el drama causado debido al contexto en el que se enmarca es lo que consigue que «Barefoot» merezca una oportunidad, sobretodo para aquellos que disfruten con obras similares como «Verano 1993» (2017) o «Boyhood» (2014).
«Rebelde entre el centeno»
El último apartado de la crónica de hoy lo protagoniza este biopic basado en la vida del novelista J.D. Salinger. Una película que no destaca especialmente entre las demás vistas en el festival, pero que aun así ha supuesto un visionado disfrutable y el reencuentro inesperado con el escandaloso actor Kevin Spacey (cuyas frases puntuales de su personaje han generado algún que otro momento incómodo durante la proyección).
Jerry Salinger (Nicholas Hoult) es un joven sarcástico y elusivo que cuenta con un gran talento para la escritura. Contrariando la figura autoritaria de su padre, decide emprender una carrera como novelista aunque eso le suponga deshonrar a su familia.
Estamos ante una cinta que, a pesar de contar con un protagonista llamativo y un guión con potencial, sus virtudes pierden la oportunidad de lucirse por culpa de una plana y discreta dirección de Danny Strong.
Strong, quien también resulta ser el guionista, acierta a la hora de centrarse en el periodo crucial de la vida de su protagonista, concretamente en sus comienzos como estudiante de escritura creativa, su breve (aunque importante) periodo alistado en el ejército y su culminación como escritor novel. Es a partir de su traumático pasado como veterano de guerra donde la trama se vuelve realmente interesante y poco convencional, mostrando las consecuencias que sufre Jerry tanto a nivel personal como a nivel creativo.
Nicholas Hoult realiza un trabajo sobresaliente interpretando a Salinger y no muestra apenas dificultades para llevar el peso de la trama. A pesar de que se encuentra rodeado de un elenco de secundarios con más carrera que él, siempre consigue acaparar nuestra atención gracias a una interpretación contenida y cargada de matices.
Poco más se puede añadir de esta discreta jornada en el BCN Film Fest. Mañana toca tomarse un pequeño descanso, así que nos vemos el miércoles.