La tercera jornada del BCN Film Fest ha sido muchas cosas menos monótona. Tres películas protagonizan la crónica de hoy, empezando por un biopic bastante poco cinematográfico, seguido por otro con mejores resultados y terminando con una entrañable cinta animada.
«La música del silencio»
Cuesta creer que el responsable de obras tan interesantes como «El cartero (y Pablo Neruda)» (1994) o la adaptación de la obra magna de George Orwell haya podido perpetrar semejante desastre. «La música del silencio» es un filme torpe, cargado de tópicos y situaciones que lo pueden llegar a considerar toda una comedia involuntaria.
Biopic sobre el tenor y músico italiano Andrea Bocelli (Toby Sebastian). A pesar de haber nacido con un grave problema de vista que finalizará en ceguera, Bocelli supera todo tipo de obstáculos, guiado por grandes ambiciones hacia su pasión, la música.
Estamos ante una película que, debido a su pobre dirección de fotografía, diseño de producción y guión cargado de diálogos poco creíbles se encuentra mucho más cerca de una producción digna de la sobremesa televisiva que de un largometraje capaz de ser tomado en serio. Michael Radford comete aquí casi todos los errores posibles en un drama de esta índole, no sólo abusando de la redundante voz en off y un desarrollo de personajes poco atractivo, sino tomando unas decisiones de planificación y puesta en escena que, más allá de conseguir emocionarnos o empatizar con sus protagonistas, provocan más de un arqueamiento de cejas o resoplido.
Las rimbombantes frases espetadas por Andrea (aquí llamado Amos) en momentos clave de su infancia sirven para echar todavía más leña al fuego, dificultando muchísimo la posibilidad de empatizar con él. Antonio Banderas es quizás el único miembro del reparto que consigue salvarse de la quema. Un clara muestra de cómo no hacer una película.
«Mary Shelley»
Vamos con uno de los títulos que más me llamaban la atención esta edición del BCN Film Fest. A pesar de su irregular acogida en el Festival de Toronto y el Festival de Tribeca, la historia detrás de la autora de la que tal vez sea la obra precursora de la literatura de ciencia-ficción tal y como la conocemos era algo que no estaba dispuesto a perderme.
Mary Wollstonecraft (Elle Fanning), hija del filósofo William Godwin (Stephen Dillane), agobiada por una madrastra que nunca la quiso y una poco estimulante adolescencia, encuentra refugio y consuelo en la lectura y escritura de relatos de terror. Su vida da un vuelco cuando conoce al que se convertirá en el amor de su vida, el joven poeta Percy Shelley (Douglas Booth).
Haifaa Al-Mansour realiza un trabajo notable a la hora de arrojar un poco de luz, no sólo sobre la historia personal de la joven autora, sino también del marco social y prejuicios a los que seguramente se tuvo que enfrentar. Es esta lectura marcadamente feminista la que consigue evitar que «Mary Shelley» se quede en una simple película romántica. A pesar de que la relación entre Mary y Percy sea el eje central de la historia, la marcada evolución de nuestra protagonista consigue que el desarrollo de los acontecimientos no decaiga en interés.
El impecable apartado visual y la hermosa música del filme ayudan a que ésta se convierta en todo un disfrute para aquellos que se sientan atraídos por un sólido drama de ambientación victoriana y, sobretodo, desconozcan detalles de la vida de la escritora. El sólido trabajo de Elle Fanning la enmarca aquí como una de las actrices más destacables de su generación.
«El malvado zorro feroz»
Preocupado por cómo podría cerrar la tarde de hoy, decidí arriesgarme con este largometraje animado dirigido por los responsables de la laureada «Ernest y Célestine» (2014). Por suerte, esta adaptación de las historietas publicadas por Benjamin Renner ha resultado ser todo un disfrute que conquistará tanto a niños como a adultos.
Aquellos que piensan que la campiña es un lugar tranquilo y pacífico están equivocados, allí se encuentran animales particularmente agitados, un Zorro que piensa que es un pollo, un Conejo que hace la cigüeña y un Pato que quiere reemplazar a Santa Claus. Si deseas tomarte unas vacaciones, pasa de largo y sigue tu camino…
La película recoge tres historias cortas protagonizadas por diferentes animales de la campiña francesa, a cada cual más entrañable y disparatada. Pato, Cerdo y Conejo son los protagonistas de la primera y la tercera, a su vez que será Zorro quien protagonice la segunda de ellas además de dar título a la película. La sencillez de sus historias se ve compensada por la delirante relación entre sus personajes y la extraordinaria capacidad de éstos para meterse en líos, convirtiendo el devenir de los acontecimientos en pura diversión.
«El malvado zorro feroz» se aleja de otras cintas del género con un marcado estilo de animación en dos dimensiones basado en planos abiertos que permiten a los personajes campar a sus anchas. La suave paleta de colores y el acabado en acuarela de los fondos la convierten en una película muy agradable a la vista. Estas elecciones creativas tan aparentemente estáticas no hacen sino mantenerse fieles a la obra original sin perder un ápice de su encanto.
Hasta aquí esta crónica del BCN Film Fest que podría resumirse como una progresión ascendente gracias a proyecciones para todos los gustos. Mañana más, y esperemos que mejor.